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¿Debo estar agradecido por tener un trabajo?

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estar agradecido por tener trabajo

Hace un par de semanas me escribió una chica (a quien llamaremos Renata) quien está triste y desanimada por su situación laboral. Está pasando por un mal momento; siente que está desperdiciando su talento, pero a la vez, cree que debe sentirse afortunada y debe estar agradecida por tener trabajo.

Aquí te dejo parte del extracto del mensaje que me ha enviado:

…ya no me gusta mi trabajo. Cuando llegue aqui me gustaba lo que hacía, pero el tiempo ha pasado, gente va y viene… me he ganado durante 15 años algunos reconocimientos, pagan bien pero ya estoy harta de trabajar aquí. Ya no hay nada que hacer… Incluso han llegado momentos en los que me invento algo para mantenerme ocupada porque no tengo actividades. Todo esto fue antes del coronavirus, ahora no quiero ser desagradecida; hay mucha gente sin trabajo…Después de la cuarentena no quisiera regresar a ese lugar. He llorado por esto… me veo obligada a volver porque si renuncio no me darán liquidación…

Muchas personas creen que es una bendición y deberían sentirse agradecidas por el hecho por tener un trabajo bajo cualquier circunstancia. Es por eso que hoy me gustaría romper esa falsa creencia que lo único que hace es afectar la vida muchas personas en todo el mundo, y mirar las cosas desde un nuevo enfoque o una nueva perspectiva.

¿Estás lista(o)?… Bien, acompáñame. 🙂

¿Por qué deberías estar agradecido por tener trabajo?

Hasta cierto punto es bueno estar agradecido por tener un trabajo. Por ejemplo, cuando te aceptan en un empleo que estabas buscando por años, o cuando te dan la oportunidad de ingresar a la empresa que siempre has soñado, o incluso puedes sentir agradecimiento cuando te otorgan el puesto laboral que por mucho tiempo has buscado y que finalmente has recibido por tus propio méritos.

Puedes estar agradecida cuando tienes un trabajo que te satisface. Cuando te llena de propósito, nuevos retos, grandes experiencias y aprendizajes. Por supuesto que debes agradecer y sentirte afortunada si tienes algo asi. No obstante, la realidad para muchos suele ser muy diferente.

O dime ¿cuantas personas en el mundo crees que están satisfechas y comprometidas con sus empleos?…  Te aseguro que muchas menos de las que crees…

Debes agradecer por tener un trabajo… ¿aunque lo odies?

Dime: ¿Qué sucede cuando tienes un empleo que es totalmente lo contrario? Cuando tienes que ir a trabajar más por obligación y necesidad que por gusto y convicción.

¿Qué sucede cuando tu empleo ya no te genera esa chispa de entusiasmo y motivación que tuviste en un inicio? Cuando lo que haces no te impulsa de ninguna manera a entregar tu talento al mundo y hacerlo bien.

¿Qué pasa cuando odias tu trabajo y ya no quieres volver a un lugar que lejos de estimularte a dar lo mejor de ti, te hace sentir que tus días son grises y nada memorables?

¿Por qué tendrías que estar agradecida(o) por entregar tu tiempo a un lugar que te hace sentir que vivir es sinónimo de sufrimiento, aburrimiento, cansancio y monotonía? ¿No crees que es bastante incongruente dar gracias por algo que en el fondo sabes que no quieres y trae desgaste y sufrimiento interno?

La idea de que debemos estar agradecidos por tener trabajo no aplica para todos.  De hecho solo aplica para una pequeña minoría. Más del 80% de la población mundial se siente desconectada de su trabajo. Sienten que no aportan nada al mundo y desperdician sus talentos y sus años en un trabajo que les llena poco o nada.

Aun así, muchos creen que si tienen un trabajo, aunque sea desgastante, desagradable, monótono y deprimente, deben agradecer por ello, ya que hay mucha gente que no tiene uno, y ya quisieran tener la “oportunidad” de tener el empleo que ellos tienen…

¿Te suena lo anterior? Seguro que sí.

Una nueva perspectiva

Lo que viene a continuación posiblemente no lo esperes… y es que las personas que no tienen un trabajo o un empleo, en realidad son afortunadas.

Y sí, se lo que debes estar pensando, pero esque realmente es una bendición no tener un trabajo cuando lo miras con el enfoque correcto.

[Artículo recomendado: El mundo es como lo quieres ver; aquello en lo que te enfocas persiste]

Verás, cuando no tienes un trabajo, tienes un vasto campo de posibilidades. La cantidad de opciones a tu disposición es inmensa.

Cuando te despiden de tu empleo, o lo dejas por elección, tienes la enorme oportunidad de elegir un nuevo camino sin presión alguna. Algo que esté en armonía con tus más profundos sueños, tus intereses y tus valores personales.

Si no tienes trabajo no tienes que preocuparte por dejarlo sin que te vean mal o te critiquen. No te sentirás mal agradecido ni tampoco estarás pensando en lo que van decir tus familiares y conocidos cuando se enteren que dejaste pasar esa “enorme oportunidad que otros ya quisieran”.

[Artículo recomendado: Las mejores oportunidades en la vida no suceden por casualidad]

El verdadero agradecimiento debe surgir desde dentro

Este pequeño artículo es un mensaje para todas aquellas personas que se sienten como Renata; mal agradecidas por tener deseos de dejar su trabajo.

Si estás en una situación como esta, entonces te pido por favor que dejes a un lado esa presión, y mires tus emociones tal como son. No es sano tratar de abrazar algo que te hace tanto daño en el interior.

El agradecimiento genuino surge desde dentro. No es algo que puedas forzar, y generalmente ocurre por aquellas situaciones que te dan energía, te hacen sentir bien, son tremendamente valiosas para ti y/o provienen de personas especiales en tu vida.

No agradezcas algo que en el fondo no quieres, ya que no será un sentimiento sincero.

Los 3 ingredientes que necesitas

Oportunidades de trabajo siempre va a haber, sobre todo para aquellos que quieren hacer las cosas bien y están dispuestos a dar lo mejor de sí.  Y si te preguntas cómo dar lo mejor de ti, te diría que la única forma es mediante 3 ingredientes clave:

  1. Que sea algo que te llena de propósito y tenga sentido ahora y a largo plazo.
  2. Lo que hagas debe tener una motivación adecuada.
  3. Necesitas disfrutar la mayor parte de lo que haces en tus días ordinarios y para eso debes ser detallista con lo que quieres.

Con esos 3 ingredientes, ahora sí te podrás considerar afortunada(o), y te garantizo que sentirás dentro un impulso natural de agradecimiento.

En los ingredientes anteriores no considero el dinero, porque está incluido de manera implícita dentro de los 3 mencionados.

No hay manera de que no hagas un buen trabajo cuando lo que haces, lo haces con amor. Y al hacer un buen trabajo serás recompensado de alguna manera por lo que valen tus productos o servicios. Cuando esto suceda, para ti no existirá la palabra “desempleo”, y no podrás evitar sentir agradecimiento por tener un trabajo que te llena y te satisface de verdad.

[Artículo recomendado: Se quién quieras ser, reinvéntate, tus posibilidades son infinitas]

Sea cual sea tu situación jamás olvides agradecer la oportunidad de estar aquí; con las personas que te acompañan en este viaje.

Estar vivo es la mayor de las bendiciones que tienes, y es una oportunidad para hacer todo lo que puedas, quieras y necesites mientras estés aquí. Así que no te conformes y sigue tu corazón por encima de todo.

Esta fue mi respuesta

Para finalizar, me gustaría compartir contigo el extracto de la respuesta que le envíe a Renata con mucho gusto respecto a su situación laboral. Estás fueron mis palabras:

“… la idea de ser agradecidos por tener trabajo, no es del todo adecuada. O dime… ¿Cómo estar agradecida por hacer algo que no te hace feliz? ¿Por ir a un lugar donde te critican y aminoran tu gran capacidad y talento? ¿Cómo agradecer a una empresa por entregarle tu tiempo a cambio de dinero, cuando lo que haces no te llena de ninguna forma ni te permite entregarles lo mejor de ti?

Puedes estar agradecida por tener un trabajo, pero NO por tener cualquier trabajo que odias, sino aquel que te inspira a servir con amor, pasión y vocación. Teniendo la seguridad que esa es la manera en cómo quieres contribuir al mundo en esta etapa de tu vida.

Los años han pasado y seguirán pasando, así que es momento de que coloques prioridades y definas lo que más valoras, porque nadie va a venir a rescatarte.

Pregúntate ¿Pienso gastar muchos más años en aquel lugar solo por la liquidación? ¿Valdrá la pena esperar y entregar más tiempo, juventud y energía a esta empresa hasta que sea mayor? ¿Puedo hacer algo mejor y con más gusto y talento que esto que hago ahora que no me llena en absoluto?

La calidad de preguntas que nos hacemos definen la calidad de las respuestas que nos damos, y por lo tanto la calidad de nuestras acciones. Por eso es importante, que te hagas las preguntas adecuadas.

En realidad no estás obligada a trabajar donde trabajas, esa es tu elección. Y puedes tomar ahora mismo una nueva decisión tal como cuando decidiste tomar ese empleo hace algunos años.

Ésta por ocurrir un nuevo punto de inflexión en tu vida y me gustaría que sea para bien, así que propicia ese cambio de manera intencionada en la dirección que tú deseas. Y no esperes a que pasen más años cuando tu salud se vea deteriorada, te despidan sin previo aviso o sea tarde para comenzar.

[Artículo recomendado: Cómo dejar el trabajo de manera exitosa]

Platica con tu jefe, abre tu corazón y cuéntale lo que te sucede. Después, si te das cuenta que muestra señales de no importarle en lo absoluto, entonces no tiene caso que sigas ahí. Solo estas desperdiciando tu vida.

El día de hoy es muy valioso. Al igual que todos los demás días que te esperan, así que elige vivirlos intensamente y no permitas que tus años pasen en vano en ese trabajo que te reduce y te debilita.

Si me haces caso, el camino que te espera puede no ser fácil, pero te aseguro que será mucho más gratificante, interesante, y apasionante, que si decides no escuchar tu corazón, y permanecer así por el resto de tus días…”

◊♦◊

Ahora es tu turno, cuéntame ¿Crees que debemos agradecer por tener trabajo sea cual sea la situación? ¿Te sientes identificada con Renata?

Déjame tu comentario aquí debajo y dime que opinas.

Espero hayas disfrutado este pequeño post, tanto como yo al escribirlo. Si te ha gustado te invito a que lo compartas con tus amigos. Al hacerlo me permites seguir entregándote más contenido como este, y te estaré muy agradecido.

¡Un abrazo!

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4 comentarios

  1. Muchas gracias Maurino, me siento identificado con el artículo, así me pasa actualmente, soy ingeniero civil, llevo 20 años en la construcción, pero no me motiva en absoluto trabajar en las obras. A excepción un poco en la construcción de caminos, he pensado en cambiar de rumbo. Sin embargo, no encuentro vacantes dónde me den empleo por el perfil que tengo, quiero vivir diferente y no estar agradecido por algo que no me llena.

    1. Hola Carlos.
      Gracias por compartirnos lo que estás pasando en este momento.

      Cuando hablas de «pensar en cambiar de rumbo» ¿Tienes claro qué camino tomarías? ¿Sabes exactamente cuál es el tipo de vacante que estás buscando? ¿Has acudido a varias entrevistas de trabajo o solo «crees» que tu perfil no es el correcto?

      Dices que quieres vivir diferente, pero… ¿Sabes exactamente cómo quieres vivir? ¿Sabes, por ejemplo, qué quisieras hacer un buen lunes por la mañana desde que te levantas hasta que te acuestas por la noche?

      Para cambiar tu rumbo profesional, es vital que cuestiones lo que crees acerca de ti, de tus opciones y posibilidades. Si antepones tus creencias actuales de oportunidades laborales, para moverte en una nueva dirección, entonces seguramente no hallarás un camino que este alineado contigo.

      Y es que «lo que crees, es» Si crees que no es posible dedicarte a «algo», sea lo que sea, entonces difícilmente lo buscarás y lo encontrarás. Y si por casualidad llegas a atreverte, lo harás con titubeos e inseguridad, ya que, en el fondo, tus creencias no respaldarán tus acciones. ¡Todo parte de tu mente!

      Por lo tanto, necesitas adoptar en ti la firme convicción de que un nuevo camino profesional es posible en esta etapa de tu vida, sin importar la edad que tengas.

      Debes buscar en tu interior un deseo ardiente y real por hacer un cambio profesional con sentido. Una necesidad imperiosa por hacer algo diferente con tu vida, tan vital, como lo puede ser comer y respirar.

      Si quieres vivir diferente, entonces primero aclara de qué manera quieres vivir. ¿Qué te mueve? ¿Qué te llena? Define todos los detalles posibles de lo que deseas (real y genuinamente). Sin anteponer tu juicio, tu miedo, ni tus creencias actuales sobre lo que puedes ser.

      Una vez que lo tengas claro, sabrás hacia dónde DEBES ir. No habrá otra opción. No deberá existir otro propósito que salga de ese destino. En ese punto, define un plan y comienza a moverte.

      [Artículo recomendado: Cómo dejar mi trabajo de manera exitosa]

      Al principio las cosas serán muy diferentes a lo que imaginaste, pero debes mantener tu «visión» viva, la certeza de hacia dónde te diriges y la convicción de que será realidad.

      El cambio de carrera o profesión, en un proceso que requiere tiempo hasta completar la transición. Para algunos pueden ser meses, y para otros, años. No es algo que se obtengas de un día para otro. Por lo tanto, deberás cultivar la paciencia, la disciplina y la perseverancia en ti.

      Sé que esto último no les gusta a muchos, ya que la gran mayoría de persona optan por el camino «fácil». No obstante, si sabes que es algo que realmente quieres y necesitas para ser feliz y sentirte realizado, deberás hacerlo, aún con dudas y miedos. Ya que, si «algo» quieres, «algo» te cuesta.

      Espero te sirva de algo esto Carlos. Te he dado unas líneas generales de lo que puedes hacer con la información que me compartirte. Sin embargo, si te gustaría platicar en algún momento sobre tu situación, con más detalle, no dudes en escribirme ¿Ok? Será un gusto conocerte y poder ayudarte.

      Un abrazo.

  2. Me siento totalmente identificada con el caso de Renata, el asunto aquí es que yo soy de las que nunca paso un tiempo largo en un sitio en el que no me agrade estar, así que me he enfrentado con cientos de críticas del tipo: «eres una inmadura, te harás vieja y no habrás logrado nada, eres muy irresponsable, eres muy inestable…» y un largo etcétera, así que por dejar de lidiar con eso acepté un empleo en el que llevo casi un año, pero no hay día en el que no me odie por seguir ahí, honestamente he disfrutado mucho la cuarentena y ahora mi corazón me dice que tome lo mucho o poco que he ahorrado gracias a ese trabajo y que emigre a otro lugar el problema es que todos me dicen que no sabré vivir sola (tengo 28 años y aún vivo con mis padres), que la ciudad a la que me quiero ir me comerá, que soy tan inmadura que no tendré la capacidad de vivir sola, que no conseguiré otro trabajo tan «bueno» como este que tengo. Ahorita estoy intentado recuperar mi «poder» interior para hacer lo que yo deseo, espero tener la fuerza y el temple para lograr lo que quiero.

    1. Hola Andrea.

      Entiendo cómo te sientes. Tomaste una decisión basada en llenar las expectativas de los demás y eso no te trajo nada bueno.
      Odiar tu trabajo no es algo natural ni sano a largo plazo, es por eso que necesitas hacer un cambio.

      [Artículo recomendado: Cómo dejar tu trabajo de la mejor manera sin meterte en aprietos]

      Si algo en tu interior te dice que debes tomar tus ahorros y hacer algo diferente, entonces hazlo. No te quedes con las ganas. Si no lo haces será algo que no te dejará tranquila jamás.

      Pasarán los años y te estarás preguntando: ¿qué hubiese pasado si me hubiera decido hacer aquello que sentía que debía y necesitaba hacer en aquel momento de mu vida?

      [Artículo recomendado: Escucha tu corazón y sigue tu intuición que no vas a equivocarte]

      Vivir sola te dará mucha madurez. Además, necesitas dejar de escuchar aquellas voces pesimistas que no creen en ti. Solo te debilitan y te hacen titubear, así que mejor no los escuches y ya no les cuentes tus planes. Que lo sepan no te ayuda ni te sirve de nada. Simplemente toma una decisión y muévete.

      [Artículo recomendado: Tomar acción; la clave para transformar tu vida]

      Por último, si odias estar en ese empleo entonces no es un trabajo por lo que debas estar agradecida. Podrá ser bueno para muchas personas pero no para ti. Si no lo disfrutas y no te lleva a ningún lugar donde quieras estar mañana, entonces solo estas desperdiciando tu talento y tu vida… ¡No tiene sentido!

      Espero que esto que te acabo de contar te ayude y te impulse de alguna manera. Si te gustaría platicar en el algún momento, escríbeme en la pestaña contacto del menú superior. Será un gusto conocerte y conversar sobre tu situación.

      ¡Un abrazo!