Tienes un deseo genuino o es un simple “me gustaría”
Tienes deseos, sueños y aspiraciones; es algo que tenemos en común la mayoría de personas. De hecho cada fin de año cerca del 31 de diciembre solemos hacer una lista de propósitos por cumplir para el año siguiente. La sola idea de pensar en todas la cosas que nos gustaría ser, hacer o tener, nos genera grandes emociones internas; tenemos un gran entusiasmo y una enorme sonrisa en el rostro.
Imaginamos todo tipo de cosas, tal vez un nuevo empleo, un nuevo auto, una bonita relación de pareja, una figura más esbelta y tonificada… la lista podría ser larga, y contener elementos de todas la áreas de nuestra vida.
Lo cierto es que, sea un año nuevo o no, muy pocas cosas que dices querer las vas a conseguir. Es más ni siquiera vas a ir por ellas… No lo vas a intentar.
Lamento parecer pesimista pero debemos ir un paso más allá y expandir nuestra mente. Por eso estás en Vida Épica. 😉
Lo que dices desear no lo deseas realmente
Dices tener un deseo, una aspiración o un sueño, pero no estás dispuesto a hacer lo necesario para obtenerlo. Puede ser flojera, apatía, o el miedo que te paraliza y no te permite tomar acción.
Y es que lo que dices desear no lo deseas realmente; no es un deseo desde el corazón. Es un simple “me gustaría”; «me gustaría tener eso»… o «me gustaría ser aquello»… Pero no es un deseo genuino o una aspiración legítima. No es un anhelo que proceda desde la más profundo de tu ser, y es por esa simple razón que no lo vas a conseguir.
Si fuera así, entonces jamás te darías por vencida. Tendrías la firme convicción de que puedes lograrlo, y tendrías una necesidad tan imperiosa que te impediría abandonar a las pocas semanas o pocos meses de haber comenzado.
Un deseo genuino y legítimo es lo que necesitas para cambiar tu vida
Harías lo que fuera por un deseo verdadero; un propósito de vida real. Algo que sea tan grande que no podrías vivir tranquila si no lo intentas.
Un deseo genuino es una obsesión tan inmensa que te hace mantener el enfoque a tal grado que no hay nada que te pueda distraer de tu cometido. No hay nada mejor que hacer con tu vida que lograr aquello que legítimamente quieres conseguir.
Entonces ahora viene la pregunta difícil ¿Cuál de todos los deseos y propósitos que tienes en este momento cumplen con ese requisito? ¿Cuál de tus “sueños” resulta ser tan imperioso de perseguir que si no lo haces, sentirás que estás desperdiciando tu vida y que no tiene sentido tu existencia?
¿Qué deseo ardiente surge desde lo más profundo de tu ser que resulta tan importante y necesario como lo son el acto de comer o respirar?…Un deseo legítimo es un alimento para tu alma, tal como lo es el amor verdadero.
Cuando tengas un deseo, un sueño o una aspiración, pregúntate esto
¿Este sueño o deseo es genuino y legítimo o es un simple “me gustaría”?
Como te puedes dar cuenta, hay una enorme diferencia entre un deseo genuino o un sueño legítimo, y un simple «me gustaría» o un «quisiera tener».
Puedes querer muchas cosas en la vida pero eso no quiere decir que estés dispuesta a ensuciarte y meter las manos para conseguirlo.
Querer “algo” no es un combustible lo suficientemente fuerte que te impulse a moverte y a perseverar aun cuando las cosas se pongan complicadas.
Esa es la razón por que la mayoría de metas y propósitos que nos hacemos cada año, no se ven cumplidas al terminar; porque son “cosas” que no deseamos realmente. Solo se nos ocurren en un buen día lleno festejos y optimismos; eventos que nublan nuestra percepción de lo que significa tener un deseo real.
Solemos pensar algo así: «Oh que bonito sería tener esto…» o «El próximo año quiero bajar de peso…» despues lo anotas en tu lista de propósitos que NO vas a cumplir y sigues brindando… No estás dispuesta a hacer lo necesario para hacerlo realidad, porque no lo necesitas para vivir.
Estás cómoda en tu situación y circunstancias actuales. Y mientras ese deseo no sea lo suficientemente ardiente, importante, vital y necesario, no tendrás motivos para levantarte y moverte en esa dirección con convicción y consciencia de que tendrás que derribar miedos, ser perseverante, tener fe y claridad cuando el panorama sea adverso.
[Nota: Por favor, del párrafo anterior dale la debida relevancia a la palabra motivos, ya que son tus motivos los que te impulsarán en tu trayecto a la consecución de tus metas]
Los motivos son el combustible que necesitas, y son algo muy personal. Yo no puedo decirte cuales son; solo tú puedes descubrirlos. Pero si no tienes una idea de cómo hacerlo, puedes comenzar definiendo tu propósito de vida.
Ahora conoces la razón por la cual no logras lo que te propones. No tienes deseos reales, solo se te ocurrieron en un día que estabas muy optimista y dijiste: «Umm… estaría bien tener algo así…» pero eso no es suficiente. No es un combustible a largo plazo porque no es un deseo que te haga vibrar desde dentro.
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Espero que este pequeño artículo te ayude a cambiar tu manera de definir esas nuevas metas que tienes ahora. Y no importa si está leyendo esto a mitad de año, al inicio o al final. Cada día es un buen día para redefinir tu camino y crear tu destino.
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