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Habrá días que no tendrás ganas de continuar

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no tengo ganas de continuar

Un día te sientes entusiasmado, alegre y con ganas de comerte el mundo. Al otro, sientes totalmente lo contrario; te sientes cansado, apagado, con el ánimo por los suelos… no tienes ganas de continuar… parece una batalla interminable que debes librar cada día para conseguir lo que quieres.

Cuéntame ¿Te ha sucedido?… ¿Cómo es posible que un día sientas que puedes lograr cualquier cosa, y al otro, sea totalmente lo opuesto?

Si lo has vivido en algún momento o lo estás viviendo ahora mismo, y crees que hay algo mal en ti, entonces lo que viene a continuación te interesa.

Ya no tengo ganas de hacer nada

Muchas personas creen que hay algo mal en ellos cuando les sucede algo así. Sin embargo, debes saber que esto es completamente normal. De hecho cualquier persona que se aventure a lograr algo de valor; que le importe, desee y necesite realmente para sentirse feliz y realizado, tarde o temprano vivirá los altibajos emocionales derivados de emprender un nuevo camino.

Habrá días que te sentirás con súper poderes; estarás contento, con ganas de trabajar y/o emprender tu proyecto. Sin embargo habrá otros donde vas a querer quedarte en la cama y no podrás dejar de pensar en todo el trabajo que te queda por delante.

Estás subidas y bajadas emocionales son normales, y debes tener en cuenta que siempre te van a suceder. No obstante ese no deberá ser un motivo para detenerte.

Eres humano y por lo tanto eres emocional, no puedes evitarlo. Es algo que forma parte de todos nosotros. Por eso es vital aprender a gestionar nuestras emociones para que actúen a nuestro favor y no en contra.

Cuando sientes que no puedes más y quieres abandonar, ya sea porque has perdido el entusiasmo o porque las cosas no han salido como esperas, lo peor que puedes hacer es dejarte guiar por tus emociones del momento, ya que seguramente tomarás muy malas decisiones.

Equivocarse y tener “bajones” emocionales no es malo, es parte de la vida. Lo malo es tomar decisiones basadas en las emociones que nublan nuestra percepción de lo que es posible para nosotros y lo que realmente importa ahora y a largo plazo.

Qué hacer cuando no tengo ganas de continuar

Es necesario que aprendas a distinguir entre el mundo que percibes a través del lente de tus emociones, y el mundo tal como es o como puede llegar a ser.

Cuando miras todo lo que aún te queda por delante y sientes que no puedes continuar, toma una pausa; rencuéntrate contigo misma(o) y realiza alguna actividad que te ayude a despejarte. Más adelante podrás mirar las cosas desde otra perspectiva. El objetivo es dejar a un lado los pensamientos negativos que ocupan tu mente, ya que no te sirven para nada más que preocuparte y paralizarte.

¿Has notado que del párrafo anterior he dicho “Todo lo que aún te queda por delante”? Dime ¿No te parece maravilloso tener un camino por delante que recorrer? Creo que eso es mucho mejor que ya no tener más camino ¿No te parece? Si un día vamos a morir, ¿para qué adelantar el proceso? 🙂

No confundas desánimo con desmotivación

Como puedes darte cuenta, así como miras el mundo, así el mundo será. Puedes pensar que recorrer el camino se trata de una lucha interminable que tienes que librar como si todo estuviera en tu contra, o puedes creer exactamente lo contrario. Puedes optar por pensar que tu vida es solo una, y tener un motivo solido por el cual valga la pena levantarte de cama cada día y entregar lo mejor de ti.

[Artículo recomendado: Lo que crees es, el poder de elevar tus estándares y expectativas personales]

Cuando no tienes ánimo, pero tienes motivos reales y sólidos, no importa que tengas una “baja” emocional, vas a continuar porque tienes en tu interior el combustible que necesitas para avanzar.

Por otro lado, si tienes mucho ánimo y entusiasmo pero careces de motivos adecuados, te darás por vencida a las pocas horas o pocos días.

No tener ánimo de continuar, significa que estás proyectando una energía de baja frecuencia. Generalmente provocada por pensamientos que te hacen vibrar de esa manera. Si piensas en el futuro de forma pesimista seguramente tendrás preocupación, tristeza, desagrado, miedo, envidia o cualquier otra emoción negativa que no te ayuda en nada.

Cuando esto te suceda, y te sientas de esa manera, lo único que necesitas es hacer algo diferente; debes distraer tu mente para que se aleje de esos pensamientos negativos.

Por supuesto que lo ideal sería traer a ti el pensamiento opuesto, es decir, pensar lo que te gustaría que fuera y todo lo que puede salir bien. No obstante, sé que esto puede ser difícil de lograr cuando tus circunstancias y tu entorno no ayudan, por eso será más fácil hacer alguna actividad que te distraiga y te permita enfocar tu mente en algún otro tema.

En otras palabras, es mejor tener pensamientos neutros que pensamientos negativos que afectan directamente tu futuro.

[Artículo recomendado: Deja de pensar en lo que no quieres y enfócate en lo que si deseas y necesitas]

A veces no tendrás ganas de continuar pero debes hacerlo

Cuando tengas un deseo genuino y unos motivos sólidos y adecuados, entonces podrás continuar a pesar de tus estados de ánimo y las emociones que puedas tener en momento determinado.

Los motivos son algo que supera con creces lo que sucede en el ahora y la manera como te puedes sentir. Se trata de la razón por la cual has elegido ese camino. Es aquella meta o aquel sueño que quieres alcanzar con cimientos internos claros, sólidos y bien definidos.

Cuando haces algo desde el corazón, no te detendrá un mal día ni un mal pensamiento. Será imperioso para ti conseguir lo que quieres, porque más que quererlo, es algo que necesitas.  Será tan importante como comer o respirar, y superará tus deseos de comodidad y satisfacción momentánea.

Se trata de un propósito de vida más amplio que te impulsa a moverte con valor y tenacidad aún ante las situaciones más adversas.

[Artículo recomendado: Odio mi trabajo, ya no me gusta , estoy harto ¿Qué hago?]

Gestiona tus emociones

La habilidad de aprender gestionar nuestras emociones es una habilidad sumamente valiosa y útil.

Se trata de lo siguiente: Cuando tienes una emoción que no quieres y no te sirve, debes tomar consciencia de lo que sientes en ese momento, analizar el por qué lo sientes y elegir mirar las cosas desde una nueva perspectiva diferente, cuando lo que sientes no te ayuda ni te impulsa de ninguna forma.

Por favor, observa del párrafo anterior que he remarcado la palabra elegir, ya que todos somos capaces de elegir la manera de interpretar lo que nos sucede y el significado que tiene en nuestra vida.

Gestionar nuestras emociones es una elección que hacemos de manera consciente, que nos permite mirar el mundo de la manera más conveniente y actuar en pro de nuestros deseos y necesidades más profundos.

Sin un día no tienes ganas de continuar, recuerda tus motivos; aquello que te hace avanzar y que te hizo elegir ese camino al inicio. Si después de eso, sientes que aún no tienes lo necesario para continuar, entonces tus deseos nos son genuinos y tus motivos no son suficientes. Por lo tanto, deberás mirar a otra parte… hacia un nuevo horizonte que te genere un fuego interno tan intenso que nada pueda detenerte…

Dime ¿No sabes qué hacer con tu vida? Aquí está el secreto.

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Espero hayas disfrutado este artículo tal como yo al escribirlo. Ahora cuéntame ¿Alguna vez te ha sucedido que un día te sientes lleno de energía y con ganas de “comerte el mundo”, y el otro, sientes el ánimo por los suelos y sin ganas de hacer nada?

Nos leemos en los comentarios, y si te ha gustado te invito a que lo compartas con tus amigos. Al hacerlo me permites seguir entregándote más contenidos como este y te estaré muy agradecido. 

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