Recibe Gratis mi e-Book “A la Deriva – 5 razones por las que te sientes sin rumbo, sin saber qué hacer ni qué camino tomar en esta etapa de tu vida».

Compartir en:

madurar es dar frutos a los que te rodean. Ese es el mayor indicador de madurez que existe.

Seguramente alguna vez has escuchado comentarios como estos: “¡Que inmaduro eres!”, “¿Cuándo vas madurar?”… Generalmente esto ocurre cuando una persona se comporta de una forma que le parece infantil a otra.

La madurez se puede interpretar de diferentes formas. Sin embargo, en este artículo, tratare de darte un significado un tanto fuera de lo común. Uno que nos impulse a buscar una madurez personal que nos beneficie a todos.

¿Qué significa madurar realmente?

Madurar puede tener varios significados. Algunos piensan que una persona madura es aquella que ha pasado por la pubertad y la adolescencia, refiriéndose a la madurez física. Otros creen que una persona madura es aquella que no se comporta de manera infantil, y que ha alcanzado una madurez mental… No quiero pensar que ser maduro signifique dejar de divertirte, de asombrarte, o dejar de explorar cosas nuevas, tal como lo hace un niño. Si eso es madurar, entonces nunca deberíamos hacerlo.

Es cierto que la madurez debe incluir responsabilidad por sus actos. También debe tener equilibrio, autonomía y domino de sí mismo. Pero además eso, creo que el mejor indicador de madurez que deberíamos adoptar, no es la madurez fisica, psicológica, ni determinada por un tipo de comportamiento. La madurez es algo aún mejor, y que nos beneficia a todos.

Un árbol maduro da frutos

Observando a los árboles y las plantas, madurar significa estar listo para aportar o contribuir a tu entorno. Quiere decir que estás listo para hacer lo que te corresponde; aquello para lo que fuiste creado.

Para un árbol no es difícil saber cuándo ha madurado. Simplemente, llega el momento donde está capacitado físicamente para dar. Lleva toda la vida consumiendo y preparándose para ese momento, y cuando está listo produce sus propios frutos para se beneficie alguien más.

Coincidentemente, mediante esos frutos el árbol deja una semilla, la cual le permite expandir parte su esencia en el mundo.

Haciendo una analogía, podemos ver que también a nosotros nos llega un momento donde nos hemos desarrollado lo sificiente para dar frutos. Es decir, después de un par de décadas de haber nacido, llega un momento donde estamos listos para contribuir con la sociedad.

Para los arboles es fácil. Un árbol de manzanas produce manzanas, uno de limones, limones. Sin embargo, en nosotros es más complicado. Podemos ser, tanto árbol de manzanas como árbol de limones.

Es importante saber qué tipo de fruto vas a producir. Y para saberlo, antes necesitas descubrir qué quieres hacer con tu vida.

No serán los mismos frutos que puedes dar como médico cirujano que como comerciante, profesor o arquitecto. Es importante que sepas qué camino tomar, ya que si eliges algo que no te gusta ni te motiva, los frutos que des serán de baja calidad.

No puedes hacer un buen trabajo como profesor de colegio, si no tienes amor por transmitir conocimientos. Del mismo modo, no puedes hacer un buen trabajo y dar buenos frutos como dentista, si detestas explorar la boca de las personas.

Aquello que haces, debe estar en sintonía con lo que eres y con tus objetivos a corto y mediano plazo. Además, debes sentir una profunda satisfacción al hacerlo.

No es tan sencillo alcanzar la madurez humana. Los árboles desde que nacen están predestinados a dar lo que les corresponde. A diferencia de ellos, nosotros podemos dar muchos tipos de frutos.

Por ejemplo, tengo un amigo que se dedica a la ciencia, pero también los fines de semana realiza tocadas locales, como baterista en una banda de música de rock. Es su pasion y es feliz haciéndolo.

A mí me gusta la fisica y las matemáticas, pero también me encanta hacer ejercicio, dar clases y aprender todo lo referente al desarrollo personal y profesional.

A diferencia de los árboles y las plantas, los humanos tenemos la capacidad de dar diferentes frutos al madurar, y todos de gran calidad. Poseemos una amplia gama de habilidades, intereses y pasiones, esto nos permite desenvolvernos en diferentes ámbitos.

Lo que trato de decirte, es que no tienes que reducir tus posibilidades. Mientras tangas vida, tienes oportunidad. Y mientras tienes oportunidad puedes dar varios frutos al madurar, y de diferentes tipos.

¿Crees que has madurado?

Pregúntate a ti mismo si ya has madurado. Si tal como lo hacen los árboles, has comenzado a producir frutos.

Si no lo estás haciendo aun, no pasa nada. Solo tienes asegurarte de que estás realizando un consumo que genera.  Es decir, no solo consumes a fondo perdido (viendo series de televisión y revisando tu feed de Facebook o Instagram). También debes estar realizando consumos que te permitirán producir frutos en el futuro. Como por ejemplo, estudiar una carrera universitaria, leer un libro que contenga alguna enseñanza, o aprender a practicar algún tipo de entrenamiento físico que mejore tu salud.

No midas tu madurez por años de vida, o por lo aburrido que eres como adulto. Madurar no debería ser sinónimo de no divertirte y reír a carcajadas. Es algo más grande, que implica agradecer por todo lo que has recibido y dar sin esperar algo a cambio.

Como te dije antes, no estamos aquí solo para consumir, podemos dejar un legado. Asegúrate de dar unos frutos que contribuyan y hagan el mundo un poco mejor.

Los frutos que puedas dar no serán los mismos siempre

Todo fluye, nada permanece. Los frutos que puedes dar hoy, un día no lo podrás dar; tu cuerpo cambia y envejece. Por eso, asegúrate de estar haciendo en este momento, aquello que solo podrás hacer a esta edad.

Hay acciones que puedes hacer hoy, que no podrás en 20 años. Conforme tu cuerpo maduré físicamente, perderá y perderá capacidad. Por eso aprovecha tu energía y vitalidad, hoy que aun la tienes. Un dia será demasiado tarde para comenzar y ya no podrás dar algunos tipos frutos.

Asegúrate de hacer en cada etapa de tu vida profesional y personal, aquello que te evite tener arrepentimientos más adelante. De esta forma lograras vivir con orgullo y con ganas de seguir avanzando.

Cuando te sientas bien por el tipo de frutos que está produciendo, o estas por producir, en ese momento habrás madurado. Tal como lo hace un árbol, que viene a dar algo de sí mismo a los que lo rodean.

Si aún te encuentras en proceso de preparación, analiza si estás consumiendo de forma responsable. Invierte en ti mismo y tu proceso de madurez acelerará.

Recuerda que la vida es corta para hacer algo que no te gusta, y no te hace sentir bien contigo mismo. Busca tu felicidad, pero además busca dar frutos. Cualquiera que estos sean, trata de que tengan calidad.

Si crees que puedes producir algo mejor, entonces atrévete, ya que existe una relación estrecha en lo que haces y caen feliz eres.

◊♦◊

Ahora cuéntanos ¿Para ti que es madurar? ¿Crees que producir frutos es un buen indicador de madurez?

Nos leemos en los comentarios.

Compartir en:

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *