Los 3 mejores secretos para bajar de peso rápido y superar la obesidad, que nadie te va a contar
¿Sabes? Durante mi niñez y adolescencia fui una persona con sobrepeso. Incluso en alguna etapa llegue a sufrir obesidad. Este es un problema que estuve cargado desde pequeño, aproximadamente a partir de los 6 años. Gran parte de ese tiempo, a partir de mi adolescencia trate de descubrir cómo bajar de peso de manera permanente y sin tanto esfuerzo.
Y esque conozco muy bien lo que se siente. Aquello por lo que pasa cualquier persona que intenta llegar a su peso “normal”, para dejar de atraer las miradas negativas, las críticas y el bullying. Poderse mirar al espejo sin sentir rechazo, y dejar de sentir vergüenza por no encontrar ropa que se ajuste al diámetro de tu cintura…
Te entiendo muy bien si estás sufriendo de este problema. Quieres de cambiar tu manera de comer pero careces de fuerza de voluntad. Quieres hacer ejercicio pero no lo disfrutas para nada. Usas algún remedio que te cuentan por ahí; algún alimento que adelgaza, fajas reductivas o cremas mágicas para el área abdominal que «dicen» que eliminarán tu exceso de grasa…
Debes saber que no soy un nutriólogo ni me especializó esta área, pero te aseguro que he probado muchas cosas por años y he aprendido bastante sobre el tema.
Te advierto que el secreto que viene a continuación, no es convencional. No es lo típico que encontrarás por ahí que se basa solo en cambiar tu dieta y hacer ejercicio, de hecho ni siquiera te diré que cambies tus alimentos si no quieres. Es algo que he descubierto con mi propia experiencia, que ha cambiado mi manera de ver el problema y se ha convertido en una oportunidad que he tomado desde entonces.
Todo depende de la manera en cómo ves las cosas, y hoy en este post, voy a relevarte estos secretos para que cambies tu configuración mental y mires el problema de otra manera.
Si has probado muchas cosas y aún sufres de sobrepeso u obesidad, has perdido la esperanza y te has resignado estar gordita(o) o con algunas llantitas demás, entonces lo que viene a continuación (si lo aplicas) te va a cambiar la vida para bien durante las próximas semanas.
Lo que estoy a punto de desvelarte, aplica tanto si sufres de sobrepeso, como si sufres de algún otro tipo de problema, como drogas, alcohol, cigarro, exceso de masturbación o cualquier acto obsesivo del cual sientes que no tienes control. Esto tiene el potencial para mejorar tu vida de muchas formas, y créeme que no estoy exagerando. 😉
¿Estás listo? Pues bien, acompáñame.
Importante: Lo que te contaré en breve proviene de mi análisis y experiencia personal. No contempla problemas hormonales o algún tipo de situación de salud particular que pueda estarte ocurriendo. En todo caso, te recomiendo ampliamente visitar a tu médico para revisar y descartar cualquier anomalía de salud que te pudiera estar afectando.
Dicho esto, ahora sí, vamos a ello…
Secreto #1: Revisa tu recipiente de placeres
Verás, todos los humanos basamos nuestras acciones en dos tipos de sensaciones: El placer y el dolor. Cualquier cosa que hagas, tiene su razón primordial fundamentada en estos dos aspectos básicos.
Por ejemplo, cuando das un abrazo a un ser querido, pasas tiempo en familia, comes una deliciosa hamburguesa con doble queso y extra tocino, disfrutas de una buena serie de Netflix o tienes una relacion sexual placentera, estas son acciones que sin pretenderlo de manera consciente, te están acercando al placer.
Tratamos de llenar nuestra vida con placeres y tener la mínima cantidad de dolores. Cada que hacemos algo, cualquier cosa, buscamos acércanos al placer o alejarnos del dolor.
Conoce tu vasija de placer
Imagina que todos tenemos una especie de recipiente en nuestro interior que necesitamos llenar de placer cada día. Cada mañana al despertar nuestro recipiente esta vacío, y comenzamos a llenarlo con diferentes acciones que nos producen placer.
Algunos toman el teléfono móvil y comienzan a mirar las redes sociales a primera hora del día, otros tal vez tangan algo de sexo con su pareja, algunos otros van directamente a la ducha porque se les ha hecho tarde, y otros se levantan directo a la cocina a desayunar algo.
Desde el momento que despertamos comienza esta búsqueda constante por el placer, la seguridad y el confort. Incluso, date cuenta que aquella persona a la que se le ha hecho tarde, apura su paso debido a que desea alejarse de las consecuencias de llegar fuera del horario al trabajo. No quiere sufrir el tipo de dolor que le causaría la impuntualidad y por eso apura su paso.
Compensa los placeres que estás ejecutando
Piensa en todo lo que haces, y pregúntate ¿por qué lo haces? Te darás cuenta que, sin importar qué sea, tendrá que ver con alejarte del dolor o acercarte al placer
En todo momento buscamos llenar nuestra “vasija” con la mayor proporción de placer y la menor cantidad de dolor.
Cuando tenemos mucho dolor en nuestra vida, tendemos a abusar del placer, y esto se intensifica aún más cuando cantidad de placeres en tu vida son pocos o casi nulos.
Por ejemplo, si sufres de muchos problemas familiares, tienes traumas del pasado, o no te gusta para nada tu trabajo, entonces seguramente vas a buscar compensar ese dolor que llevas cargando con algún placer que se encuentres fácilmente a tu alcance.
Posiblemente recurrirás a la masturbación en algún momento del día, fumes en exceso, te hagas cortes en la piel, caigas en las drogas o comiences a consumir en exceso comida “deliciosa” pero con poco valor nutricional.
Trataras de compensar con placer, el dolor que tienes en tu vida. Y esa es precisamente la clave para bajar de peso o dejar la obesidad de una vez por todas.
Analiza y haz una compensación consciente de placeres
Tomando en consideración lo que te he contado hasta el momento, ahora te propongo que hagas un ejercicio.
Observa tus acciones y experiencias de un día ordinario. Incluso haz una lista, escríbela en una libreta y cataloga todo lo que haces desde que despiertas hasta que duermes, en los dos aspectos principales.
Ejemplo:
- Tomar un baño – Placer
- Desayunar y comer – Placer
- Tener sexo o masturbarme – Placer
- Mirarme al espejo sentir desagrado – Dolor
- Navegar en redes sociales – Placer
- Tener problemas con mi pareja o con mis padres – Gran Dolor
- Ir diariamente a un empleo que no te gusta – Gran Dolor
- Ver series de Netflix – Placer
- Estar en el tráfico por horas – Dolor
Una vez que tengas la lista de todo lo que haces, hasta lo más mínimo, vas a hacer dos cosas:
- Acción 1: Vas a tomar acciones pertinentes para tratar de convertir tus dolores en placeres, o por lo menos en algo neutral que no te perturbe ni para bien ni para mal. Por ejemplo, vas a tratar de aclarar y sanar la situación con tus padres, o buscar alternativas para disfrutar/aprovechar más el tiempo que pasas en el tráfico.
- Acción 2: Vas a hacer una subcategoría de placeres; los positivos y los negativos. Los negativos vas a tratar de reemplazarlos con otro tiempo de placeres. Y los positivos tratarás de darles una proporción adecuada para tu beneficio dentro de tu recipiente de placeres del día.
Recuerda que algunos placeres son buenos mientras no abuces de ellos. En el caso de la comida, es un placer bueno y necesario, pero debe ser compensado con otros tipos de placeres para no caer en el exceso. Lo mismo pasa con la masturbación o con los contenidos en redes sociales que no puedes dejar mirar. Trata de compensarlos y agrega nuevos placeres a tu vida si es necesario.
La clave está en compensar los placeres (positivos) que ya tienes ahora mismo, con otros, de tal manera que no caigas en los excesos.
Si tienes pocos placeres, entonces debes incorporar más de ellos a tu lista de acciones para que puedas hacer tu compensación y llenes de una manera más equilibrada tu vasija de placeres. Y por supuesto, nota que he dicho placeres positivos, no negativos.
Hay placeres que ni siquiera consideras como tal y no conoces
Cuando era niño no me gustaba para nada el ejercicio. Tenía 10 o 12 años y me gustaba estar mucho tiempo sentado. Sin embargo, todo cambio cuando mi papá me obligo a tomar clases de Taekwondo y para hacer un poco de movimiento.
Al principio no fue nada facil y no queria hacerlo, pero conforme fueron avanzando las semanas y los meses, se me hizo el hábito.
Hoy en día te puedo decirte que entrenar y mover mi cuerpo es un placer que no cambio por nada. Podría considerarlo como uno de los mejores placeres de la vida ya que soy una persona con mucha energía y ahora cuando no hago ejercicio tiendo a sentir estrés y mal humor.
El ejercicio se ha convertido en un pilar clave para mi felicidad y es algo que antes no consideraba como tal.
Si mi padre no me hubiese forzado a entrenar en aquel momento, tal vez no hubiese descubierto ese placer y el futuro hubiese sido muy distinto.
A lo que voy al contarte esto, es que debes considerar que hay actividades que no has probado lo suficiente y por lo tanto no los consideras un placer. A veces los placeres, tal como sucede con las pasiones, vienen después de tener tus primeros éxitos y no antes.
Si no sabes qué nuevos placeres agregar a tu lista, entonces te invito a probar cosas nuevas (positivas y benéficas). Toma clases de algún nuevo idioma, comienza a leer a menudo, toma algún curso en linea. Dales la oportunidad a nuevas actividades y descubrirás diamantes donde antes solo veías simples pedazos de carbón.
No subestimes los dolores en tu vida
Aunque el mayor enfoque lo hemos puesto hasta ahora en la compensación de placeres, no debemos subestimar la influencia que tienen los dolores en nuestra vida.
Por ejemplo, cuando una persona asiste diariamente en un empleo que no le gusta ni le llena, buscara formas de compensar ese gran dolor de alguna otra manera. Tal vez comerá en exceso o comenzara a ir al gimnasio para segregar endorfinas y demás sustancias de la felicidad.
Sin importar si es algún placer benéfico o no, nuestra mente buscará el placer de cualquier forma.
Una persona que pasa generalmente 8 o más horas al día haciendo algo que no le gusta ni le satisface, tendrá mucho dolor en su vida y buscará compensarlo con algo placentero. Es por eso que debemos cuidar mucho nuestros dolores al igual que los placeres. Debemos elegirlos conscientemente y en las proporciones adecuadas de tal forma que nos ayuden y beneficien ahora y a largo plazo. NO debemos caer en el pensamiento cortoplacista.
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Secreto #2: Define tu periodo inamovible de ingesta
Ahora vamos con el segundo secreto.
Desde hace varios meses comencé una nueva manera de consumir alimentos. A esta forma se le nombra comúnmente ayuno intermitente, aunque la verdad yo no hago intermitente si lo aplico de manera permanente.
Básicamente lo que hago es dejar un periodo considerable de tiempo sin ingesta de alimentos. En mi caso, son 16 horas al día sin comer.
No ingiero nada hasta que llega el medio día (12pm), y mi última comida la hago aproximadamente las 8 de la noche. De esta forma permito que mi cuerpo se depure y lo dejo descansar de sus procesos digestivos.
Así es, lo leíste bien; no desayuno… más bien ayuno. Si es la primera vez que escuchas la posibilidad de no desayunar porque crees, o mejor dicho, te han hecho creer que el desayuno es la comida más importante del día o algo por el estilo, entonces te invito a abrir tu mente y dejar a un lado por un momento lo que te han contado en la televisión hasta ahora.
Evolucionaste para pasar largos periodos sin comer
Veras, nuestros antepasados vivieron en una época muy complicada y austera. En aquel tiempo no había fruterías, verdulerías, mercados o centros comerciales. No existían los refrigeradores, y por lo tanto, no había donde conservar ni almacenar alimentos. No había industrias, y por ende, no habia tiendas donde comprar comida enlata y altamente procesada.
Las personas de aquel tiempo, es decir, tus familiares y los míos, eran nómadas que buscaban sus alimentos en la naturaleza, tal como hace cualquier otra especie del planeta. Cuando salía el Sol se disponían a buscar agua y recolectar alimentos. Posiblemente buscan árboles frutales y los trepaban. Tal vez cazaban algún animal o recolectaban semillas en algún arbusto.
Sea como sea, a diferencia de nosotros, ellos no despertaban e inmediatamente disponían de unos deliciosos huevos con tocino, un pan fresco, un vaso de leche o un juego de naranja. Despertaban y tenían que tenían que hacer lo necesario para vivir. Gastaban tiempo y energía; se esforzaban para hidratarse y conseguir alimentos. Y cabe resaltar que estos eran alimentos completamente naturales…
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Tu naturaleza es el ayuno
Durante miles de años nos adaptamos y evolucionamos para vivir de esta manera; sin consumir alimentos en exceso ni disponibles la mayor parte del día. Comías una vez y generalmente tenías que esperar hasta el siguiente amanecer para buscar comida y alimentarte nuevamente.
Hoy en día las industrias alimenticias nos han hecho creer, mediante los medios de comunicación convencionales y el entreteniendo, que debemos comer durante todo día mínimo 3 veces al día. Pero esto es de esperarse. No es lo mismo una especia humana que gasta dinero para alimentarse 3 veces, que una que come una vez hasta saciarse y poco más al caer la tarde.
Cuando pienso en esto, me da escalofríos. Y esque si lo miras desde una perspectiva más amplia, somos como cerdos siendo alimentados en exceso para ayudar a sostener un sistema económico global que tiene como base el consumo superfluo no sustentable.
No quiero decir que dejes de desayunar si es algo que te encanta, pero si te invito a que te animes a probar el ayuno por lo menos un mes.
No te digo que cambies lo que comes; solo tu manera de hacerlo. Con ello, veras lo bien que comienzas a sentirte a las pocas semanas e incluso a dormir mejor mirarte diferente en el espejo.
Una vez que lo hayas probado, si quieres puedes ir más allá. Puedes comenzar a cambiar tus porciones de alimentos por unos más saludables y naturales. Esto te aseguro va a cambia tu vida para bien. 🙂
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Secreto #3: Muévete; sacude tu cuerpo
No estoy diciendo que hagas ejercicio. La mayoría de personas tiene una asociación negativa de pereza al ejercicio. Lo que te digo es que te muevas… sacude tu cuerpo.
Tal como sucedió con nuestra manera de comer, a lo largo de los millones de años nuestro cuerpo evoluciono para moverse. Tu cuerpo está hecho para caminar grandes distancia y buscar alimentos. Tiene capacidad para subir pendientes en las montañas, nadar en el mar y los lagos por distancia que ni siquiera puedas imaginar, trepar árboles y correr muy rápido para escapar de un tigre que te asecha.
La naturaleza de nuestro cuerpo es el movimiento. Partió de un ser que nadaba en los mares hace millones de años, a evolucionar con extremidades que le permiten transportarse en la tierra.
No estamos hechos para ser pasivos y permanecer estáticos. Tu cuerpo en el fondo anhela y disfruta el movimiento. Dale lo que necesita y te vas a ver y sentir bien ¡Garantizado!
Si nunca has hecho ningun tipo de entrenamiento, comienza colocando en tu agenda solo 10 minutos para moverte.
Busca en YouTube algunas rutinas de 10 minutos de entrenamiento intenso y ejecútalo sin excusa ni pretexto, por lo menos 4 veces a la semana. Con el tiempo vas a querer más hasta que se convertirlo en un hábito. Además descubrirás de qué hablo cuando te digo que entrenar es uno de los mayores placeres que conozco.
¿Qué vas a hacer con lo que ahora sabes?
Espero puedas beneficiarte de estas 3 claves para bajar de peso rápido. Si las aplicas, te seguro que en 1 mes o menos comenzarás a tener resultados. Solo recuerda he dicho: “si las aplicas”, lo cual quieres decir que hay una clave que precede a todas ellas, y esa es la acción.
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Te invito a que implementes a partir de hoy cada uno de los puntos mencionados. Más adelante regresas y me cuentas como lo llevas. Estoy seguro que te irá muy bien si te comprometes a hacerlo con firmeza y decisión. 🙂
Ahora cuéntame ¿Qué te ha parecido? ¿Conoces alguna otra clave a consejo que nos pueda servir para bajar esos kilos demás? Por favor compártela en el área de cometarios.
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¡Un abrazo!