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La pandemia es lo peor que me pudo haber ocurrido

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Esta pandemia sacó lo peor de mí. Perdí mis empresas, tengo más deudas que huecos de camisa de pordiosero. No he pagado los servicios básicos. No puedo mantener a mi familia, mis hijos no pueden seguir estudiando, ni puedo ayudar a mi esposa que sé se esmera por salir adelante, ella sola, sin mi ayuda. Vendí casi todo lo que tenía para poder empezar nuevamente y ya no tengo nada. He sobrevivido de la caridad de familiares, y me siento tan inútil, tan perdido y tan falto de ideas, que nada me entusiasma. He hecho lo que me apasiona, pero parece ser que las personas no lo valoran, y no lo creen…

Hace algunos días un lector del blog, a quien llamaremos “Pablo”, dejo este comentario en uno de artículos del blog, en donde nos comparte la difícil experiencia y situación que le ha dejado esta pandemia.

Y esque esto no es algo que le haya sucedido precisamente a él. Es lo que estan pasado muchas personas en todo el mundo que se han visto afectadas a raíz de esta pandemia.

Si te encuentras en una situación como la de Pablo, entonces te invito a leer parte de la respuesta que le he dado entorno a su situación.

Nuestro objetivo será hacer un cambio de perspectiva que te permita interpretar lo que estas sintiendo y lo que estás pasando en este momento de otra manera. Y mirar las cosas desde un nuevo enfoque, que te sea útil en estos difíciles momentos.

Si esta pandemia fue un duro golpe para tu economía y para tu vida en general, entonces acompáñame…

Un cambio enorme en tan solo un siglo

Esta pandemia NO ha sacado lo peor de ti ni tiene que ver contigo. En realidad solo revelo las debilidades de sistema económico global y las vulnerabilidades de los negocios locales tradicionales. Nadie estaba preparado para lo ocurrido a raíz de la propagación del virus.

La última pandemia fue hace poco más de 100 años, en 1918. Aquella era una época más austera, que difiere mucho de lo que tenemos hoy en día. En aquel tiempo había solamente un tercio de la población mundial actual, y tan solo esta diferencia hace un cambio enorme en las situación.

Eran los inicios de la revolución industrial y no había tantos lugares en donde se concentrarán las personas (y no habia tantas personas) que produjeran contagios en masa y una propagación tan acelerada como la que vivimos.

Las personas de aquel tiempo no pensaron en tomar medidas que nos previnieran para el futuro porque las condiciones de aquel tiempo diferían mucho a las que tenemos hoy en día. El mundo no era globalizado como ahora y no existían vuelos internacionales que propagaran el contagio tan rápido.

Los hermanos Wright habían ingeniado el primero avión funcional apenas 15 años atrás. No había medios de comunicación instantánea y los negocios eran en su mayoría familiares; no había plazas comerciales y no existían tantas grandes y medianas empresas como ahora.

En tan solo 100 años el mundo cambio como nunca antes lo había hecho y nadie se preparó ni aprendió sobre lo ocurrido en aquel tiempo.

[Artículo recomendado: ¿Crees que el mundo está cada vez peor? Necesitas leer esto]

No aceptes la culpa pero sí el desafío

A lo que voy al contarte esto esque no debes culparte por lo que ha ocurrido. Esto nadie lo hubiese imaginado o previsto (con excepción de Bill Gates, pero nadie lo escucho). Desafortunadamente muchos negocios han tenido que cerrar por las bajas ventas generados por el miedo de la población a los contagios y las altas restricciones que se impusieron.

Esta pandemia no saco lo peor de ti, solo revoló las debilidades que tenían los negocios convencionales contra enfermedades de esta índole.

Lo que ha pasado ya no podemos cambiarlo, y ahora solo nos queda aprender la lección y tomar el desafío que nos está colocando la vida para volver a salir adelante. Tal como hiciste en tus inicios.

Deberás volver a comenzar. Tal vez no de la misma forma, pero deberás hacerlo. Posiblemente no entregarás los mismos servicios o productos ni tendrás el mismo modelo de negocio, pero si podrás crear uno adaptado a las nuevas circunstancias.

Todos los seres vivos sobreviven por adaptación al cambio, y esta capacidad es algo todos llevamos incrustada en nuestro interior.

Una poderosa fuerza en tu interior que te impulsa a salir adelante

La fortaleza para tomar este reto la tienes dentro. Es el amor que sientes por tu familia el que te puede (y te debe) mantener de pie.

Si ya sientes que has caído al precipicio entonces es tu deber ponerte de pie, tomar aliento y volver a la contienda. Debes hacerlo por tu familia, por su bienestar y su futuro; el cual forma parte de tu legado.

Ten cuenta que lo que estás viviendo hoy no va a permanecer por siempre. Tus circunstancias pueden nublarte la mente en este momento y sentir que esto es el fin. No obstante, debes tener el temple, el tesón y una convicción de que todo comenzará a mejorar a partir de tus acciones.

[Artículo recomendado: Tomar accion, la clave para transformar tu vida]

Lo que decidas hacer a partir de ahora comenzará a definir tu nuevo rumbo y “fraguar” tu destino. Y recuerda, no solo el tuyo, también el de aquellos que te rodean.

Es tiempo de levantarte y entregarte

Antes que nada, te propongo acércate a tu esposa e hijos, a tus padres, o aquellos con quien más convives. Elige un día de la semana para platicar con ellos. Diles que quieres hacer una reunión familiar para hablar de algo muy importante. Llévalos a algún lugar natural donde puedan distraerse de los problemas del dia a dia.

Si tienes oportunidad, lleven algo de comer. No importa qué, solo importa el acto y el deseo de estar unidos.

Caminen juntos algunos minutos y cuando encuentres un lugar adecuado, siéntense a comer tranquilamente y despues conversen. Háblales sobre la situación actual y sobre lo que estás sintiendo en este momento. Hazlos parte de lo que ocurre y permite que el amor que sienten los fortalezca.

Pregúntales por soluciones e ideas para salir adelante. Lleguen a acuerdos que les permitan llevar de la mejor manera los próximos meses. Permite que todos los miembros participen y te den su opinión/consejo para salir de la situación. No importa que sean niños o jóvenes; también piensan y pueden aportar algo. Además, como miembros del equipo, su opinión cuenta, y debes hacerlos sentir que su voz es importante.

[Artículo recomendado: Crea una familia verdadera]

Escucha sus ideas y propuestas, y a partir de ahí, piensa de qué manera pueden comenzar a generar ingresos.

Si estás realmente en el fondo del hoyo entonces no puedes ir más abajo. Lo único que te queda es subir nuevamente. Con nuevos aires y hacia nuevos horizontes.

Si ya has tenido negocios antes, entonces sabes bien de qué va esto: Se trata de cubrir una demanda, solucionar un problema o satisfacer un deseo que la gente/empresa tenga. Se trata de dar para recibir. Esto aplica tanto si tienes un negocio propio como si ejerces alguna profesion u oficio en particular. De esta forma volverás a comenzar a girar la rueda en su curso natural de abundancia.

 [Artículo recomendado: Antes de crear un negocio, pregúntate esto]

No caigas en la trampa de la pasión

Suena muy bien y sería fantástico poder crear todos los negocios o ejercer todas las profesiones entorno a nuestras pasiones. Sin embargo, los negocios tienen el enfoque de servir a los demás. Es por ello que muchas veces nuestra pasión no le interesa a la gente o no le sirve. Es por eso es que suele ser difícil crear un negocio entorno a ello en primera instancia.

Los negocios se centran en beneficiar y satisfacer a las personas o empresas primero, antes que a nosotros mismos.

[Artículo recomendado: La verdad sobre vivir de tu pasión]

Con esto no estoy diciendo que crear otro negocio sea tu mejor alternativa ahora mismo. Dependiendo tu situación particular, posiblemente requieras conseguir un empleo por un periodo de tiempo mientras regularizas tu situacion y pagas tus deudas. Sin embargo, debes mirar siempre a mediano largo plazo y no quitar el dedo del renglón sobre lo que quieres.

[Artículo recomendado: Reinvéntate, tus posibilidades son infinitas]

Aclara tu mente y libera tus emociones

Lo que está hecho ya está, y no hay marcha atrás. Ahora solo nos corresponde actuar en las nuevas circunstancias con dirección a una situación deseada.

Antes de todo, te recomiendo despejar tu mente para liberar tus emociones actuales. Estas te están haciendo una mala jugada; te están impidiendo ver claramente tus oportunidades.

A veces los problemas pueden abrumarnos. Eso hace que tengamos perspectivas inadecuadas que no nos ayudan a encontrar soluciones o buenas alternativas.

Tus hijos tienen un padre; y ese eres tú. Si estableces a partir de ahora como uno de tus propósitos de vida es ser el papá que ellos necesitan, para que crezcan y se desarrollen como grandes seres humanos, entonces habrás sido el mejor padre que pudieron haber tenido.

[Artículo recomendado: Crea una cadena generacional de crecimiento]

Tu verdadera oportunidad sigue vigente

Espero te ayuden de algo estas palabras. Sé que estos son momentos complicados y no pretendo aminorar la gravedad de la situacion. Solo quiero que miremos esto desde la perspectiva adecuada que nos sirva para salir adelante.

De nada sirve reprocharnos o quejarnos por lo ya ocurrido. Solo nos queda mirar adelante y seguir avanzado. Porque a pesar de todo, vivir es una oportunidad que se nos ha otorgado y debemos aprovecharlo al máximo.

[Artículo recomendado: Te vas a morir, tu vida es ahora]

◊♦◊

Ahora cuéntame ¿Cuál es tu situación? ¿De qué manera te ha afectado esta pandemia? Te leo aquí debajo.

Además, si te ha gustado, te invito a compartirlo con alguien lo tambien lo necesite. Al hacerlo, me ayudas e impulsas a seguir entregándote más contenido como este y te estaré muy agradecido. ¡Un abrazo!

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