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Quieres una vida normal o una extraordinaria

Todos somos libres de hacer con nuestra vida lo que nos plazca, creo que eso está claro. Puedes elegir qué comer, decidir casarte, tener pareja, tener hijos, dedicarte a cierta actividad profesional, etc. En pocas palabras, podemos hacer lo que queramos, a cada momento, y en cada etapa de nuestra vida adulta.

Sin embargo, creemos que hacemos las cosas porque queremos hacerlas, pero no siempre es cierto. Hay acciones que decidimos hacer, pero que no haríamos si viéramos un panorama más amplio. Hay cosas hacemos solo porque desconocemos muchas otras, algunas veces mejores para cada uno; es decir, nuestro campo de visión de lo que significa vivir está muy reducido.

A veces no elegimos viendo el panorama completo. A veces podemos llegar a creer que solo porque muchas personas hacen algo, eso es lo mejor, lo normal, o lo correcto. Entonces nos dejamos llevar por la corriente; por el pensamiento convencional, sin cuestionarlo.

Creemos que porque la mayoría hace las cosas de una forma, entonces debemos hacerlas igual, porque es lo normal… lo que se hace o se debe hacer.

Sé que suena un poco tonto lo que te diré, pero hacemos lo que los demás hacen, sin ponernos a pensar por qué lo hacen.

La mayoría hace lo que hace, porque no conoce otra forma vivir. Actúan en base a sus creencias, y tratan de copiar lo que pueden ver en su entorno inmediato.

Pero dime, ¿por qué tratar de vivir como lo hace la mayoría, cuando puedes hacer algo diferente? algo que este más en sintonía que lo que eres y lo que quieres para tu futuro.

¿Quieres una vida normal o una vida extraordinaria?

A veces colocamos nuestros sueños del pasado en el baúl del olvido. Entonces adoptamos nuevos sueños, unos que creemos más alcanzables y realistas. Aquellos que nos colocan en la mente desde pequeños mediante creencia familiares, y un poco de publicidad…

Al final tenemos los mismos sueños que tienen la mayoría. ¿No me crees?

La gente aspira a tener una linda casa, un auto o camioneta de alta gama, algunos los muebles y aparatos que complementen esa casa, una pareja envidiable… creo que sabes de que hablo.

Luchamos por ese “ideal” durante toda una vida y olvidamos preguntarnos si esa realmente es la vida que buscamos. Y es que mientras buscas esas posesiones, pasan los años, las décadas, y no nos damos cuenta de lo que está sucediendo realmente. Simplemente seguimos una idea de progreso incompleta, aquella que se pretende que sigamos de manera colectiva y que se nos fue inculcada desde pequeños.

Depende de cada uno deteneros a analizar un momento y no caer en la trampa.

O dime:

  • ¿Qué sentido tiene conformarte con ser normal, cuando tu interior te dice lo contrario?
  • ¿Qué caso tiene seguir la tendencia; ser como la mayoría, actuar como la mayoría y pensar como la mayoría?

Si sabes que dentro de ti hay algo especial, algo diferente que necesita salir a luz. Por qué seguir opacándolo u ocultándolo por miedo a no ser aceptado.

Creemos que solo porque nuestros vecinos, familia y amigos viven, creen y piensan de una forma, entonces nosotros también debemos vivir de forma parecida y creer en lo mismo que creen ellos. Pero no tiene que ser así, o mejor dicho, no debería ser así.

La diversidad hace un mundo mejor

Debemos a amar la diversidad, porque es gracias ella que se sacan cosas buenas en cualquier ámbito.

Incluso la naturaleza lo sabe. La amplia diversidad de vida en el planeta, hace que exista una mejora colectiva continua. Entonces, porque tratar de evitar la diversidad de pensamiento, la diversidad de gustos, sueños y anhelos.

Y es que tal vez no quieres un empleo seguro hasta la jubilación. Posiblemente quieres irte con tu mochila a explorar y conocer otras culturas y maneras de pensar.

Posiblemente no quieres casarte formalmente y deseas simplemente tener un apoyo y una compañía de vida que te de soporte en momento complicados.

Tal vez no quieres tomar una costosa casa y trabajar toda tu vida productiva para pagarla, posiblemente solo quieres un refugio que te permita llevar una vida minimalista y darle prioridad a lo que realmente te importa.

Tal vez no quieres tener hijos, pero la sociedad te comienza a presionar diciendo que se te va el tren o que el tiempo no perdona.

La mayoría quiere hacer lo correcto, pero dime ¿cuál es el camino correcto?

Haz ruido y hazlo claro

Permite que el mundo se entere de que estás aquí, que estas vivo y que ocupas un lugar en el espacio.

Haz ruido, exprésate, crea y transfórmate.

Retumba en los oídos de la gente, permanece a la vista de todos si es necesario. Muéstrate para que sepan que un día estuviste aquí.

No tengas miedo a mostrar tu esencia, no tengas miedo de ser criticado, ten miedo de no hacer lo que tu corazón te dice.

Y por favor no me mal intérpretes. Una vida extraordinaria no es precisamente una vida de presunción, despilfarro y consumo superfluo. Una vida extraordinaria es una vida hecha a tu manera, diferente a muchas. De contribución, de libre elección y con convicción. Es una vida escrita bajo tus propios términos, fundamentada en tus valores, y dirigida hacia tus sueños.

Ahora dime: ¿Qué tipo de vida quieres tú?…

Nos leemos en los comentarios.

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