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Reprograma tu mente para cambiar tu vida

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reprograma tu mente para cambiar tu vida

Tal vez no lo sepas, incluso es posible que no lo creas, pero hace algunos años, cuando fuiste pequeño, fuiste programado.  De una manera muy específica aprendiste a actuar, pensar, sentir y creer como lo haces hoy en día.

Fueron tus padres, tus maestros, tu familia, los amigos, la televisión, tu entorno, la cultura donde creciste, las películas que viste, la religión que tu familia profesó, las frases que escuchaste, o la manera en como las personas te hicieron sentir en algún momento especial, triste o desagradable…

Todo eso contribuyo en la programación que recibió tu mente al crecer, de tal forma que adquiriste ciertas creencias que ahora están arraigadas dentro de tu subconsciente, y las consideras verdaderas e incuestionables. Es más, ni siquiera te das cuenta que las tienes, ya que las consideras normales y parte de ti. Difícilmente puedes distinguirlas ya que forman parte de lo que crees que eres y lo que debería de ser.

Fueron aquellos pequeños eventos que te marcaron emocionalmente, o aquellas frases o acciones que te fueron repetidas una y otra vez, y con el paso del tiempo las adoptaste como parte de tu realidad y tu manera de vivir.

Posiblemente pienses que a ti no te ocurrió y estás libre de esta programación impuesta por tu entorno. Sin embargo, debo decirte que nadie fuimos exentos de ello. De alguna forma u otra, todos fuimos afectados o beneficiados, dependiendo de las experiencias y emociones que tuvimos en el entorno inmediato en el que crecimos.

Maurino ¿De qué tipo de programación estás hablando?

Si quieres saber a qué me refiero, entonces déjame darte algunas frases que seguramente escuchaste alguna vez o por lo menos una de ellas.

Aquella fue en una etapa dónde tu mente era muy susceptible y maleable. Condicionaron tu manera de pensar, sentir y actuar, y definieron lo que creías posible y verdadero en tu vida.

Si quieres saber de qué hablo, entonces aquí tienes algunos ejemplos:

  • “Deja de llorar; pareces niña. Los hombres no lloran”
  • “Una mujer es delicada, dulce, tierna, frágil y/o sensible“
  • “Los hombres son más fuertes que las mujeres”
  • “El dinero corrompe”
  • “Si haces algo “malo” dios te va a castigar”
  • “La religión que profesamos en nuestra familia es la correcta”
  • “Hay un solo dios que todo lo ve”
  • “No hagas eso…”
  • “Para alcanzar el éxito debes trabajar duro”
  • “Deja de soñar y se realista”
  • “Eso ya existe, nadie lo va a comprar”
  • “Debes portarte bien y ser una buena niña”
  • “Cuando el director entre al salón de clases, pónganse todos de pie y saluden”
  • “Los niños no hablan ni interrumpen cuando los adultos está platicando, ¡Guarda silencio!”
  • “Tienes que estudiar si quieres ser alguien en la vida”

Por favor cuéntame en los comentarios si alguna vez escuchaste alguna de estas frases, y qué opinas de ellas. Dime, de qué manera crees que pudieron afectarte o beneficiarte, y si hay alguna otra que conozcas y quieras compartir.

¿De qué manera programaron tu mente cuando fuiste pequeño?

Si creciste escuchando algunas de aquellas frases, posiblemente no veas nada de malo y creas que es algo normal. Sin embargo, debo decirte que cada una de ellas afecta de alguna manera nuestros comportamientos y decisiones al llegar a la edad adulta.

Es verdad que no a todos nos afectan de la misma forma ni en la misma intensidad, pero dependiendo la interpretación que le dimos y el momento en que las escuchamos, pueden llegar a alterar drásticamente nuestro destino, por muy increible que parezca.

Por ejemplo, a una chica cuyos padres le dijeron de niña que las mujeres son «frágiles» o «débiles», muy posiblemente hoy en día no sea una persona que practique sesiones de entrenamiento intenso, con peso y mancuernas en un gimnasio. Incluso es posible que se sienta lastimada o maltratada con emocionalmente con mucha facilidad.

Es increible la forma en que pequeñas frases como esas, escuchadas cuando no tenemos ningún punto de referencia y repetidas de manera “natural”, pueden dictaminar nuestro futuro si no tomamos consciencia de ellas cuando llegamos a la edad adulta.

[Artículo recomendado: Cómo cambiar tus creencias para mejorar tu vida]

No solo las frases programaron tu mente

Esta es solo una parte de la programación que sufrimos cuando fuimos niños. Tal como te lo mencione al inicio, también hubo muchos otros factores o elementos que influyeron en nuestra manera de pensar y condicionaron nuestra forma de actuar.

Por ejemplo, los programas de televisión, las normas impuestas por la escuela o por tus padres, la falta de educación y exploración sexual, o incluso los consejos que te dio algún profesor en el colegio, pudieron definir tu manera de tomar decisiones y tu filosofía de vida.

Cuando eres pequeño no tienes muchas opciones para elegir en qué creer y qué pensar. El mundo es nuevo, y con muy pocas bases creamos nuestro criterio y nuestro juicio acerca de lo que es bueno, malo, benéfico o desfavorable.

Nuestro entorno llega a tener tanta influencia en nosotros, que llega a definir nuestra manera de vivir y de pensar, y con ello se define lo que será de nuestra vida si no hacemos algo al respecto.

[Artículo recomendado: ¿Por qué hacemos lo que hacemos? la respuesta a una vida condicionada]

No toda la programación fue incorrecta

Hay creencias que adoptamos como parte nuestra, que nos bloquean o nos impiden ver todas nuestras posibilidades. A pesar de ello, son muchas otras cosas buenas que recibimos de pequeños.

Tal vez fue una lección que te dieron tus padres en el momento oportuno, o algo que aprendiste por experiencia propia. El caso es que no todo lo que hay en ti es malo o negativo. Tienes virtudes, valores, principios y fortalezas, mismas de las que te has apalancando y te han ayudado para lograr muchas cosas positivas hasta la fecha.

Sin embargo, la programación mental negativa ahí está; muy en el fondo de tu mente. Y la debes descubrir y trabajar en ella para ir aún más lejos y conseguir lo que buscas en la vida.

Es posible que muchos de tus sueños del pasado ya los crees imposibles, debido a que han pasado los años y aún no lo ves ni un poco cerca. Solo quiero recordarte que incluso esa idea; de que algo no es posible, es parte ya de tu programación mental.

Fueron actos simples que te marcaron a nivel profundo

Muchas personas, por ejemplo, aprendieron a alimentarse mal cuando fueron niños. Adoptaron el mal hábito influenciado por su familia, mismo que se hizo fuerte con los años. Generaron la creencia de que era normal comer de esa manera. Despues de todo, si los que te rodean lo hacen, entonces crees que eso es lo normal, correcto, necesario, benéfico o adecuado.

Si por ejemplo, creciste en un entorno donde carecían de respeto hacia sus semejantes, o se usaba habitualmente la violencia. Es probable que creas muy en el fondo de ti que es lo normal ser violento. Tal vez, bajo circunstancias específicas, llegues a herir física o emocionalmente a otros, o permitas que alguien lo haga contigo.

Incluso, actos tan simples pero de gran significado en la sociedad, como lo es dar un abrazo o decirle a alguien «te amo», puede ser algo que te cueste mucho hacer y te sientes muy extraño en el acto. Si cuando fuiste pequeña creciste en un ambiente poco cálido, fraterno y amoroso. Entonces ahí está la base de tu comportamiento.

A todos nos programaron (sin querer) de cierta forma desde la “tribu” en la que crecimos. Por eso, este pequeño escrito es un llamado para que tomes conciencia de esa programación, eleves tus criterios y cambies lo que no te ayuda ni te beneficia ahora ni en el futuro.

[Artículo recomendado: Lo que crees es; el poder elevar tus entandares y expectativas personales]

No es tu culpa recibir esta programación pero es tu responsabilidad cambiarla

Si por ejemplo, te gustaría ser una persona más cariñosa, no tener miedo al hablar en público o te gustaría ser una mejor madre para tus hijos, entonces tú puedes serlo.

Lo que viviste en el pasado influyo para convertirte en la persona que eres hoy, pero no significa que sea tu destino ser y permanecer de esa manera, ni mantener tus comportamientos indeseados para toda la vida. ¡Tú puedes elegir!

Cómo reprogramar tu mente para cambiar tu vida

Primero debes tomar consciencia de tus acciones y pensamientos indeseados. Despues debes crear una repulsión interna hacia esas acciones, generalmente automáticas y rutinarias. La repulsión debe ser tremendamente grande, de tal forma que sea más doloroso permanecer igual que cambiar de actitud.

Una vez teniendo la convicción y tomada la decisión del cambio, debes sustituir aquella vieja acción por una nueva; aquella que te brinde un placer en proporciones similares al anterior pero te aleje de las consecuencias negativas.

Cuando te sientas triste, deprimido o melancólico, cuestiona ese comportamiento. No te dejes llevar por él como si fuera una ley sentirte de esa manera. Tal vez es algo que aprendiste a hacer cuando llega cierto pensamiento o recuerdo a tu mente. Incluso te invito a que observes tu rostro y la posición de tu cuerpo cuando tienes un pensamiento así. Te sorprenderás de lo mucho que pueden cambiar nuestras emociones y estados de ánimo con tan solo cambiar las facciones y posturas del cuerpo.

Para cada suceso que ocurre la primera vez, actuamos de cierta manera tomando como referencia el comportamiento que se espera de nosotros, o imitando lo que las personas a nuestro alrededor comúnmente hacen cuando sucede algo así. Después, con el tiempo y la repetición, lo volvemos automático, de tal manera, que la misma causa nos genera el mismo efecto físico y emocional.

Pero ahora dime ¿Qué pasaría si cuidáramos esos actos automáticos e involuntarios, y tomáramos consciencia de lo que sentimos y pensamos en el momento presente? ¿Qué sucedería si cuestionáramos los detonantes de nuestra manera de sentir, pensar y actuar? ¿Acaso no podríamos elegir en que enfocarnos y cambiar lo que significan las cosas para nosotros?

Cuidado con lo que eliges creer como verdad

Te podría decir que “cambiar no es facil y requiere mucho esfuerzo”, pero esa ya sería una creencia en sí. Y te estaría induciendo a aceptarla como verdadera cuando sé muy bien que no lo es. Todo depende de lo que elijas creer como verdad.

En realidad podemos decidir cambiar hoy mismo y podemos elegir creerlo así. En este preciso instante, puedes cambiar cualquier aspecto de tu programación mental, con compromiso, convicción, determinación, disciplina y un gran amor hacia la vida.

[Artículo recomendado: Todo fluye, todo cambia y nada permanece; la ley de mayor influencia en tu vida]

No tenemos que esperar años o décadas para cambiar, ya que los cambios internos en realidad suceden en un instante.

Tú puedes generar un punto de inflexión ahora mismo, en este preciso momento…

◊♦◊

Ahora es tu turno. Cuéntame ¿Qué piensas? ¿Crees que recibiste alguna programación negativa cuando fuiste pequeño? Nos leemos en los comentarios. Y si te ha gustado, te invito a que lo compartas con tus amigos. Al hacerlo me permites seguir generando más contenido como este y te estaré muy agradecido. 🙂

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