No todo lo que brilla es oro
Hagamos una suposición, si en este momento alguien te llamara diciéndote que tienen para ti una oferta de trabajo irresistible. Una que tiene un mejor salario que el que tienes ahora. ¿Qué harías? ¿Cuál sería tu primera emoción o pensamiento?
Podrías decirme que lo analizarías con todo detalle, o que no te “movería el tapete” en absoluto, pero la realidad es que la mayoría de personas perciben esto como una oportunidad que no quieren desaprovechar.
Se dejan guiar por aquel objeto atractivo sin recordar que no todo lo que brilla es oro.
El objeto que brilla
¿Cuáles son los objetos brillantes más comunes? Claro que los conoces, es algo que llama tu atención a simple vista. Pueden ser cosas como:
- Joyas, diamantes y piedras preciosas.
- Oro y plata.
- Pisos pulcros, limpios y brillantes.
- Personas altamente atractivas.
- Lindas y grandes casas.
- Autos de primera generación.
- Ofertas de trabajo.
- Gadgets tecnológicos (iphone, iwatch, tablets…).
- Jugosas propuestas de negocios etc.
Todos son ejemplos de objetos valiosos para la sociedad. Dudo mucho que no te agrade ninguna cosa de la lista. Sin embargo, debes observar que esta es una lista de “cosas brillantes” para la mayoría de gente, pero no quiere decir que lo sean todas para ti.
¿Cuál es tu oro?
Necesitas tener en cuenta 2 aspectos:
- No todo lo que parece bueno, valioso, oportuno y/o positivo a simple vista, realmente lo es.
- Lo que puede ser como oro para mí, podría ser como un trozo de carbón para ti.
El primer punto nos dice que, cosas negativas podrían estar disfrazadas de positivas a simple vista. Por eso se requiere un análisis antes de considerar algo como una verdadera oportunidad.
El segundo punto dice que no todos valoramos lo mismo. Si bien es cierto que compartimos algunos valores comunes, como los de la lista anterior, no todos los objetos están dentro del mismo nivel importancia.
Pongamos un ejemplo, Por favor, ordena las siguientes frases de acuerdo con la importancia que tienen para ti.
- Un tarde a la orilla de la playa con mis amigos y unas cervezas.
- Una tarde a la orilla de la playa con mis padres y agua de coco.
- Una tarde a la orilla de la playa con mis hijos haciendo castillos de arena.
- Una puesta de sol a la orilla de la playa con el hombre/mujer de mis sueños.
¿Cuál es la frase que tiene mayor importancia para ti? ¿Cual es aquella que ocupa la posición N° 1 en tu nivel de prioridades?
De acuerdo con tu situación actual, tu respuesta será variada. Cada uno, colocamos en primera posición a la compañía que tenga mayor prioridad en nuestra escala de valores. Además observa que un pilar importante de lo que le da sentido a tus experiencias, es precisamente las personas con la que pasas tiempo, más que el lugar donde te encuentras.
Entonces, antes de hacer planes para tu vida futura, primero descubre aquello que brilla como oro, porque tiene un profundo valor para ti.
La trampa del objeto que brilla
Cuando no conoces “tu oro” (lo que tiene valor para ti), puedes confundirlo con cualquier otra cosa brillante a tu paso. Es ahí donde el peligro de los objetos que parecen brillantes toma importancia.
Retomemos el ejemplo de la propuesta laboral.
Si en este momento te llamo por teléfono para decirte que conozco de una oportunidad de trabajo con un salario mucho mejor que el que tienes en este momento. ¿Qué sería lo primero que pensarías? ¿Te sentirías atraído?
Ahora supongamos que tomas “la oportunidad”, un mejor salario no cae nada mal. 🙂
Comienzas a trabajar y a ganar mejor desde la primera quincena. Te compras un nuevo teléfono, un televisor más grande, y hasta comienzas a ver la posibilidad de cambiar de auto. Nada fuera de la realidad.
Tiempo después las cosas comienzan cambiar. Te das cuenta que entraste a un lugar que en realidad no querías.
Sufres de mucha presión de parte del nuevo jefe, respiras un pésimo ambiente laboral, tardas 30 min más cada día en llegar a tu nuevo trabajo. Esto se traduce en 30 horas mensuales adicionales dentro del tráfico cada día. Te obligan a quedarte horas extras todos los días, y ya no tienes tiempo por las tardes para disfrutar como solías hacerlo en tu anterior trabajo.
Cuando tenías tu anterior empleo podías salir temprano para relajarte por la tarde, estar con tu familia, hacer deporte, leer un libro o ver una película. No tenías enemigos o personas negativas a tu alrededor que hicieran un pesado ambiente laboral. Tampoco trabajabas con la tensión con la que lo haces ahora. No pasabas más de 20min en el tráfico cada día. Y además, hacías algo que te apasionaba más que lo que haces ahora.
Este no es un caso de ficción, he conocido a varias personas que les sucede eso… Se dejan guiar por el objeto que brilla.
Por supuesto que no estoy diciendo que no haya propuestas mejores para ti, o que sea malo tomar riesgos. Lo que trato de decirte es que si no sabes que es lo que valoras, cualquier cosa brillante que se atraviesa en tu camino puede ser confundido por un diamante cuando realidad es solo un pedazo de carbón bastante pulido.
No todos tenemos los mismos valores, sueños y objetivos. Es por eso, no puede llegar alguien y cambiar todos tus planes de la noche a la mañana.
Piensa que no porque se presenten ante ti una “oportunidad”, quiere decir que sea el camino que debes tomar.
Antes de elegir, debes valorar si estas ante un una oportunidad que encaja contigo, o solo es una perturbación externa que pretende desviarte hacia situaciones indeseables.
Veamos otro ejemplo…
Imagina que conoces a una persona súper atractiva, linda y caballerosa, nada fuera de la realidad. Decides dejar a tu pareja actual por aquella persona. Tiempo después te das cuenta del error que cometiste. Te dejaste llevar por el objeto brillante.
Cuando llega ante ti un objeto así, y no sabes lo que realmente vale para ti, podrías aceptar la propuesta, para más tarde darte cuenta que no era lo que querías, ni lo que esperabas. Y todo por seguir ciegamente ese brillo. En este caso una pareja simplemente atractiva.
La razón de tu confusión
La razón por la que muchas personas se confunden, se debe básicamente a dos razones:
- No tienen definidos ni ordenados sus valores.
- Generalizan demasiado y no ven los detalles de sus posibles acciones.
Cuando no sabes los que es oro para ti, y no entras a ver los detalles, eres susceptible a que cualquier persona u oportunidad, llegue y cambie tu futuro. Así, literalmente.
Por supuesto que puede llegar a ti una oportunidad que encaja con lo que quieres, pero también ocurre la posibilidad que no lo haga. De hecho es más probable que lo que llega a ti por azar, sea algo que no coincide con tus deseos ni tus valores personales.
Por eso necesitas ser firme y no permitir que cualquier objeto brillante te haga perder el enfoque en lo que realmente importa para ti.
Un objeto que brilla real es aquel que coopera o aporta hacia la consecución del estilo de vida que necesitas, y te ayude a cumplir con tu misión personal y profesional. Si conoces esto, entonces no habrá perturbación externa, que te quite el enfoque.
Ante un sueño, claro, definido y alienado contigo, no hay nada que brille como oro, que te hagan tambalear y perder la dirección.
En resumen
Para no confundir con oro todo lo que brilla, necesitas ser especificó con lo que deseas conseguir. Si no lo haces, podrías obtener algo que realmente no quieres, o darte cuenta que no era lo que esperabas.
Además debes definir tus valores; aquello que dirige tus intenciones y te ayuda a tomar las decisiones más importantes.
Cuando hagas estas dos cosas, no habrá manera de que andes por la vida persiguiendo lo mismo que persiguen otras personas.
Recuerda, no es malo perseguir un objeto que brilla, pero asegúrate de estar persiguiendo el que tú necesitas, y no el que crees que es brillante, solo porque otros lo están siguiendo.